domingo, 18 de septiembre de 2016

Computación en la nube (Cloud Computing).


Para cualquier persona en la actualidad en cuestión de tecnología el gráfico de una nube representa el Internet. Para (Solano Soto, 2011) el término y la figura de nube, representan muy acertadamente la manera en que se trabaja en estos días: un computador personal que puede ser muy básico, conectado a la nube (Internet), en la que se encuentra toda su “inteligencia”. Este computador no necesita ser muy sofisticado; por ejemplo no necesita tener disco duro, ya que en algún lugar del planeta se encuentra almacenada su información, a la que puede accesar a través de Internet (nube).
Según la IEEE Computer Society, computación en la nube es un paradigma en el que la información se almacena de manera permanente en servidores en Internet y se envía a memorias temporales del cliente, lo que incluye computadores portátiles, equipos de escritorio, centros de ocio, teléfonos celulares, etc.


Ventajas.


El modelo de computación en la nube es amigable con el medio ambiente, al ofrecer un ahorro global de energía importante. Este ahorro se materializa porque las computadoras utilizadas con la computación en la nube pueden consumir menos de la mitad de la electricidad que lo que consumen las computadoras de escritorio. Algunas computadoras que se conectan a la nube son tan simples que consumen alrededor de 2 vatios (watts) cada una, mientras que las computadoras de escritorio pueden gastar hasta 30 vatios cada una.
En cuanto a la infraestructura de computación en la nube, no se necesita instalar ningún tipo de hardware. Esta tecnología es muy simple. Para empezar a trabajar se requiere mucha menor inversión.
Proveedores y usuarios se ven favorecidos con el modelo. Los proveedores pueden ofrecer, rápida y eficientemente, un mayor número de servicios, y los usuarios tienen la posibilidad de acceder a ellos, disfrutando del sistema y de un modelo de pago por consumo.
Si bien es cierto que la centralización de las aplicaciones y el almacenamiento de los datos originan una dependencia de los proveedores de servicios, el cliente contrarresta esta dependencia con la ventaja de que puede cambiar de proveedor de la noche a la mañana. Sus datos, al estar almacenados en formatos estándar, no lo hacen depender de un solo proveedor.
En el modelo de computación en la nube, la discusión de si el software debe ser libre o propietario llega a carecer de sentido. En este modelo no se adquiere software, sino que lo que se adquiere es un servicio. El usuario no se tiene que preocupar por las licencias y actualizaciones del software, porque al pagar un servicio, las licencias y actualizaciones corren por cuenta del proveedor.

Desventajas


Dentro de las desventajas que se le achacan al modelo, menciono las más conocidas. Richard Stallman, fundador de Free Software Foundation cree que la computación en la nube pone en peligro las libertades de los usuarios, porque estos dejan su privacidad y datos personales en manos de terceros. Ha afirmado que la computación en la nube es “una trampa destinada a obligar a más gente a adquirir sistemas propietarios, bloqueados, que les costarán más y más conforme pase el tiempo”.

Algunos detractores de este modelo han basado sus reclamos en aspectos tales como la confidencialidad de los datos, los requerimientos de disponibilidad de las aplicaciones y el ancho de banda necesario. Para solventar las desventajas anotadas, se argumenta lo siguiente.
La responsabilidad del almacenamiento de datos y su control queda en manos del proveedor. Es un hecho que la confiabilidad de los servicios en la nube depende de la “salud” tecnológica y financiera de los proveedores de servicios. Para que un consumidor no se vea afectado por la confidencialidad de los datos (nadie más que el dueño puede accederlos) y la disponibilidad de las aplicaciones (no se “caiga” el sistema), se argumenta que existen en el mercado empresas muy serias, que ofrecen este servicio, garantizando confidencialidad y disponibilidad.
En cuanto al ancho de banda, se puede decir que es un recurso que crece muy rápidamente en nuestros días, de tal manera que el creciente ancho de banda hace que la computación en la nube pueda ser hoy una realidad en Costa Rica.
Cuando miles de clientes distintos utilicen el mismo hardware a gran escala, siempre estará presente el riesgo latente de que cualquier fallo en el sistema o ataque por parte de “crackers” (hackers de sombrero negro) podría afectar seria y negativamente a muchas empresas.

Por último, el London Times compara la computación en la nube con los sistemas centralizados de los años 50 y 60, en los que los usuarios se conectaban a través de terminales con computadores centrales.
Como menciona (Johnson, 2008) el número creciente de personas que almacenan información en servidores con acceso al Internet en lugar de en sus propias máquinas, se ha convertido en una parte fundamental de la subida de las aplicaciones Web 2.0. Millones de personas cargan datos personales, tales como correos electrónicos, fotografías y, cada vez más, su trabajo, a los establecimientos pertenecientes a empresas como Google.

En la Educación


Para el ramo educativo la perspectiva es distinta, las posibilidades de uso se reducen a un acceso más libre, gratuito e individualizado, aun cuando el centro educativo cuente con servidores propios la mayoría de aplicaciones que un docente puede utilizar con sus alumnos se encontrarán en sitios externos. Seguramente más de una de estas aplicaciones en la nube están siendo utilizadas en el aula pues hacen referencia a la muy conocida Web 2.0.
Hablar de que un docente utiliza aplicaciones básicas en la “Nube” es referirse a utilizar herramientas ya conocidas tal como: una red social para comunicarse o compartir materiales con sus alumnos, utilizar blogs educativos, correo electrónico, Youtube y aplicaciones de Google, estas con la finalidad de enriquecer sus ambientes de aprendizaje en el aula. Sin embargo decenas de aplicaciones siguen apareciendo en la red de forma que si se contara con la infraestructura necesaria todas las actividades administrativas, formativas, evaluativas, diagnósticas, etc. que involucran la docencia girarían en ambientes totalmente digitales olvidándonos del lápiz, papel y borrador.





En el año de 2006 en Chile se crean los estándares TIC para docentes que entregan orientaciones acerca del perfil que un docente debiese tener, en este ámbito, al finalizar su formación universitaria (FID, 2013). Con esta acción se está preparando a los pedagogos para llegar ante los estudiantes con una actitud propositiva hacia las TIC. Este perfil supone una serie de competencias en los aspectos técnicos, pedagógicos, éticos, legales, de gestión y desarrollo profesional asociadas al uso de las TIC en el contexto escolar.
Nube pedagógica. Los futuros docentes adquieren y demuestran formas de aplicar las TIC en el currículum escolar vigente como una forma de apoyar y expandir el aprendizaje y la enseñanza.
Nube social, ética y legal. Los futuros docentes conocen, se apropian y difunden entre sus estudiantes los aspectos éticos, legales y sociales relacionados con el uso de los recursos informáticos y contenidos disponibles en Internet, actuando de manera consciente y responsable respecto de los derechos, cuidados y respetos que deben considerarse en el uso de las TIC.
Nube de gestión escolar. Los futuros docentes hacen uso de las TIC para apoyar su trabajo en el área administrativa, tanto a nivel de su gestión docente como de apoyo a la gestión del establecimiento.
Nube de desarrollo profesional. Los docentes hacen uso de las TIC como medio de especialización y desarrollo profesional, informándose y accediendo a diversas fuentes para mejorar sus prácticas y facilitando el intercambio de experiencias que contribuyan mediante un proceso de reflexión con diversos actores educativos, a conseguir mejores procesos de enseñanza y aprendizaje.
Lens (2013) sintetiza que la computación en la nube permite al docente flexibilizar, compartir y trabajar colaborativamente, no sólo con los contenidos que crecen exponencialmente en la Web, sino con nuestros aportes, innovaciones y producciones en el campo educativo. Las herramientas de computación en la nube se pueden compartir colaborativamente con gran ubicuidad y una flexibilidad que desborda nuestra imaginación La actitud docente hacía el conocimiento en esta década es muy diferente al de décadas atrás, ya no es más un transferencia de saber a fuerza de apuntes, dictados, escritos, mochilas cargadas de libros, pláticas y memorización, ahora es necesario abandonar poco a poco loa ambientes tradicionales de trabajo del siglo XIX y educar bajo una modalidad de un siglo aceleradamente digital para aprender de mejor manera.

En el Trabajo


La mayoría de las empresas toman la decisión de que sus empleados comiencen a utilizar programas de ofimática, en la nube, Google Apps para tareas tales como correo-e, creación de documentos y planificación de reuniones y citas en lugar de las herramientas similares de Microsoft.
Por otra parte, se está produciendo un gran cambio social en el modo en que las personas acceden, usan y entienden la información, debido al uso de servicios de la Nube como es el caso de las redes sociales (Facebook, LinkedIn, Tw, entre otros) y microblogs (Twitter, Jammer, entre otros) herramientas de compartición de video, audio, fotografía, videoconferencias, representadas en tecnología VozIP, herramientas como blogs y wikis, sistemas de recomendación, etc.




Simplemente pronostican que la fusión de la informática en la nube y la virtualización conducirá especialmente en las empresas, a la desaparición del PC, tal y como se le conoce hoy en beneficio de un nuevo PC, que denominan «ordenador virtual o tonto— think computer». Estos ordenadores tienen una pantalla y un teclado, pero los proceso, cálculos, aplicaciones no se ejecutan en el PC del empleado sino en un gran centro de datos propio de la empresa o externo a la misma y situado en un lugar diferente. Describen varios casos prácticos en los que diferentes grandes empresas estadounidenses han afrontado el cambio de su parque de PCs a otros más ligeros, más económicos y con menores prestaciones técnicas —las suficientes para permitir el acceso a Internet de donde se descargarán las aplicaciones de sus centros de datos propios o de la nube. La virtualización de escritorio es una técnica que ya se viene realizando mediante aplicaciones de software de fabricantes como Microsoft, Sun Microsystems, VMware, Citrix, Dell, IBM13, etc., pero que ahora comienza a proliferar con las nuevas arquitecturas teclado-pantalla sin torre; el retorno de los antiguos PCs tontos que se utilizaban en los primitivos sistemas informáticos apoyados en los mainframes o los micro–ordenadores de las décadas de los 70 y 80. Para (Anderson, 2010) hoy en día gracias a los teléfonos inteligentes, ordenadores sensibles al tacto y de otros dispositivos similares, una persona podía realizar todas sus tareas diarias, activando aplicaciones Web, sin necesidad de tener que navegar por la Web (leer el correo electrónico, leer la prensa diaria, escuchar música, ver películas de cine, etc.) y que entonces lo importante era el acceso a Internet y no tanto la Web. Aunque sus consideraciones son una exageración tecnológica y por suerte coexistirán la Web e Internet.
La tendencia en la cual los datos y aplicaciones dejaran de residir en nuestros ordenadores de escritorio y en los lugares de trabajo para pasar a residir en servidores situados en cualquier lugar (en la nube), harán que nuestros datos sean accesibles desde cualquier lugar, en cualquier momento y desde cualquier dispositivo (Gates, 1996). El movimiento hacia la nube se ha manifestado claramente cuando a finales de octubre de 2010, Microsoft ha presentado Office 365 la versión profesional de la Web pensada para empresas con el modelo de software como servicio, descargable de la Web y con tarifas mensuales de 6 a 24 dólares (tarifas de Estados Unidos). Sin embargo la Nube no viene sola. Existen numerosas tecnologías que están haciendo posible el enorme impacto que está produciendo la Nube y que ha sido posible gracias a los modernos centros de datos con miles de servidores, las tecnologías de banda ancha que permiten realizar las conexiones entre ordenadores a velocidades nunca vistas y la proliferación de dispositivos de todo tipo con acceso a Internet que ejecutan aplicaciones de los Social Media (Medios Sociales) en forma de blogs, wikis, redes sociales, podcast, mashups, etc. que han facilitado la colaboración, participación e interacción de los usuarios individuales en un ejercicio universal de la Inteligencia Colectiva. A todas estas tecnologías hay que añadir las disruptivas que han ido naciendo con la década y hoy día ya ofrecen numerosas aplicaciones innovadoras y que se irán extendiendo por la sociedad, tales como:



  • La Web en tiempo real. Búsqueda de información en redes sociales y microblogs como Facebook o Twitter que proporcionan datos de acontecimientos de todo tipo que se están produciendo en cualquier parte del mundo y en el momento que realizamos la búsqueda.
  • Geolocalización. Gracias a los sistemas GPS instalados en los teléfonos inteligentes y a la conexión a redes móviles e inalámbricas de banda ancha, se puede asociar la dirección IP de Internet con las coordenadas geográficas del lugar donde se encuentra el usuario de un teléfono y así se pueden mostrar en la pantalla del dispositivo todo tipo de información sobre restaurantes, hoteles, espectáculos, etc. de lugares próximos a la posición geográfica incluso señalando distancias kilométricas a esos lugares (Ver sitios Web como Foursquare. Gowella, ..)
  • Realidad Aumentada. Mezclar la realidad con la virtualidad de modo que el usuario pueda, p. e., asociar la fotografía de un monumento a su historia, sus datos turísticos o económicos de modo que pueda servir para tomar decisiones tanto de ocio como para negocios, gestión del conocimiento de las organizaciones, etc (Googles de Google, Layar, Places de Facebook, Lugares de Android, etc).
  • Internet de las cosas. Cada día aumenta el número de dispositivos de todo tipo que proporcionan acceso a Internet. Las «cosas» que permiten y van a permitir estos accesos irá aumentando con el tiempo. Ahora ya tenemos videoconsolas, automóviles, trenes, aviones, sensores, chips RFID14, aparatos de televisión,… y pronto el acceso se realizará desde los electrodomésticos o desde «cosas» cada vez más diversas, gracias a tecnologías como Bluetooth, WiFi, WiMax, o LTE.





A medida que la Nube vaya penetrando en la Sociedad viviremos en una nueva sociedad, la sociedad ubicua, en la que estaremos conectados a la Red (Internet) en cualquier lugar, en cualquier momento y con cualquier dispositivo, facilitando el acceso al Conocimiento Universal que residirá en las inmensas bases de datos de la Web.


Referencias.


  • Gates, B. (1996). Camino al Futuro. Mc Graw Hill.
  • ANDERSON, Chris (2010). «The Web is dead. Long live the internet» en Wired, Octubre 2010, Gran Bretaña, pp. 125-131.
  • Solano Soto, J. (Enero de 2011). La Nacion. Obtenido de Computación en la Nube: http://revistas.tec.ac.cr/index.php/investiga_tec/article/viewFile/776/697